08 El pacto en el Sinaí | Lección 08 de Escuela Sabática Universitaria en UMtv

La lección número ocho de la Escuela Sabática Universitaria nos lleva a uno de los momentos más trascendentales de la historia bíblica: el pacto del Sinaí. A partir de este evento, el pueblo de Israel se convierte en una nación que sigue al Dios verdadero, adoptando el decálogo como guía para su relación personal con Él y con los demás. Durante el programa, los panelistas comparten experiencias sobre cuándo se han sentido como un especial tesoro, destacando la importancia del cuidado divino en cada aspecto de la vida.

En el video, se analiza cómo la ley de Dios no es un simple listado de prohibiciones, sino una expresión de amor y protección. Tal como se menciona, los diez mandamientos actúan como un espejo que revela nuestras faltas, una valla que nos protege del peligro, una señal que nos guía hacia Cristo y una promesa que nos habla de la bendición de obedecer. Además, se subraya que la esencia de estos mandamientos es el amor, pues reflejan el carácter de un Dios que anhela tener un pueblo santo y una relación cercana con cada persona.

La frase “Los haré mi pueblo y seré su Dios” resume el profundo anhelo divino de formar un vínculo inquebrantable con la humanidad. El decálogo, recibido en el Monte Sinaí, marca el inicio de un camino de compromiso y esperanza, en el que cada creyente aprende a vivir con principios que promueven el respeto, la fidelidad y la confianza en Dios. La pregunta “¿En qué momento te has sentido como un especial tesoro?” nos invita a reflexionar sobre el cuidado amoroso que recibimos al seguir los mandamientos.

Si deseas profundizar en estas enseñanzas y descubrir qué significa vivir bajo la protección y la promesa de la ley de Dios, te invitamos a ver el video completo. Encontrarás análisis detallados y testimonios que ilustran cómo la obediencia a la voluntad divina trae libertad y gozo verdadero. Suscríbete al canal, da like a este contenido y compártelo con alguien que necesite escuchar este mensaje. Tu participación es fundamental para seguir compartiendo la luz de la Palabra de Dios.